jueves, 15 de octubre de 2015

El nacimiento del cine.

Antes de dar a conocer el Cinematógrafo, los inventores tenían un objetivo común: el visionado y proyección de imágenes en movimiento.
 Entre 1890 y 1895, son numerosas las patentes que se registran con el fin de ofrecer al público las primeras "tomas de vistas" animadas.

 Por eso, aunque ya desde 1893 ya se dispone de unas primeras películas, la existencia del Cinematógrafo como tal no comienza a correr de boca en boca hasta la primera proyección pública que organizan los hermanos Auguste y Antoine Lumière. Las primeras imágenes que proyectan en el pequeño salón causan sorpresa y hasta temor entre los espectadores presentes, alguno de los cuales al ver La llegada del tren a la estación creyeron que se iba a salir de la pantalla y llegaron a levantarse del asiento.

                                                          Los hermanos Auguste y Antoine Lumière


 En España la primera proyección la ofrece un enviado de los Lumière en Madrid, en 1896. A partir de este año, se sucederán sin interrupción las proyecciones y la demanda de más títulos, con lo que se inicia la producción a gran escala de películas que, poco a poco, van aumentando de duración al igual que mejora la historia que narran.

Durante unos años, los temas de las películas se repiten con cierta frecuencia. Francés Georges Méliès que comienza a dirigir una serie de películas que tienen muchos trucos y efectos, imágenes mágicas en las que desaparecen personajes, chocan trenes, crecen los objetos y hasta se puede viajar a lugares desconocidos.

                                                                      Francés Georges Méliès  



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